Hijos del Culo careció de inocencia, es resultado de las políticas económicas de los años 90 y del gobierno de La Alianza, es efecto del enojo social y retrata la argentinidad. El Pelado Cordera y compañía anticiparon el estallido del 2001 "Hoy se ha revelado una premonición", dice Canción de Juan. ¿Predicción o casualidad? .
Así es como el cantante se proclama "adicto al control y al descontrol" y pronuncia: "Que tengo que comer, que tengo que dormir, que tengo que trabajar, y así no puedo más", vocifera en La del Toro.
No es casual. En la década del 90 y principios del siglo XXI, la Bersuit Vergarabat se opuso al mensaje reinante. En El Viejo de Arriba, Cordera canta "al rincón de un juego desquiciado hasta tumbar en plenitud". La banda puso la lupa en el contexto socioeconómico, sin distraerse en la farandulizacion y el entretenimiento, justo en tiempos de Videomatch y Susana Giménez, en medio del conqueteo de pantalla, por lo cual afloraba "La vida boba".
"Todo lo que me pediste ya está en marcha, si sabés que desde siempre compartí tu causa. Decime si alguna vez yo te fallé ¿cuándo?", define la desconfianza a un sector dirigente. La canción se repite, sin diferenciar épocas.
Hijos te lleva a todos los rincones de la criticidad. Quizás el momento mas inspirador del grupo formado en Barracas. Con letras y melodías que son un puñal, con composiciones notables que se filtran en el seno cultural, donde el sentido común aflora y merece ser combatido. La metáfora referentes al hielo, en la composición insignia, representa un ejemplo. Se trata de Veneno de Humanidad, una radiografía de los valores culturales imperantes: la distancia, la individualidad, el llamado al sálvese quien pueda. 24 años después se recrudeció.
El album remite al espíritu potrero, al sentimiento de pertenencia, a los rebeldes. Es un conglomerado de banderas. Si armamos un rompecabezas podemos encontrar una infinidad de palabras en todo el trabajo. El sonido candombero rioplatense se cuela, grita y sangra por la herida.