El rompecabezas político

 

A semanas del triunfo de Milei, cómo se rearma el escenario. 

Por Diego Villarino

Los principales partidos arman sus estrategias de cara al próximo periodo. Como era de esperarse, se produjeron cambios notorios, que son movilizados por intereses y conflictos. Los rumores se entremezclan con las certezas. Los anuncios se producen y se deshacen como gotas de jabón.

La semana post victoria se nutrió de vaivenes. Carolina Píparo iba a asumir en ANSES, pero se descartó rápidamente. Emilio Campo tampoco presidirá el Banco Central, a pesar de que era número puesto. El economista integra un grupo que se alejó de las filas mileistas. Otro caso es su exasesor Carlos Rodríguez, muy vinculado al menemismo. Participaron de la campaña libertaria, sin embargo, no ocupan los lugares privilegiados.

El Gobierno de Javier Milei asumirá con un gabinete plagado de viejos conocidos. Toto Caputo en Economía, Patricia Bullrich en Seguridad y Luis Petri en Defensa, los nombres que llaman la atención. Sobre todo por el intercambio de acusaciones que mantuvo con la ex funcionaria de Fernando De La Rúa. Pato ya convocó a elecciones en el PRO, lo que representa un acto lógico. Su regreso a Seguridad le quitó margen de maniobra a Victoria Villarruel, cuya aspiración era manejar las fuerzas. 

Juntos por el Cambio choca con una encrucijada que divide posturas. Un sector quiere ser oposición y otros se disfrazan de alternativa para arrimarse al nuevo proceso. Por eso, las tensiones están latentes. El PRO puro está ansioso por ocupar lugares. La política es transformación pero también ambición. La UCR esta sujeta a los gobernaciones radical y no puede tirar de la soga, mientras que la Coalición Cívica ya se distanció y expresó que será oposición. Bajo este panorama, la cuestión no es sencilla.

En Unión por la Patria la incógnita es mayúscula. Axel Kicillof asoma como principal opositor pero al mismo tiempo volverá a ser gobernador de Buenos Aires, lo que marca una diferencia con el Ejecutivo nacional. Un caso similar se dio en la última parte del gobierno de Raúl Alfonsín cuando Antonio Cafiero gobernó la provincia. O cuando Carlos Ruckauf presidió el territorio bonaerense en plena Alianza. Las negociaciones no serán sencillas. Entran en juego la asignación de recursos y las pujas de ideas, el contraste entre una política estatal y otra liberal. En definitiva, dos modelos opuestos. Mientras tanto, el futuro exoficialismo propuso a Juan Manuel Olmos como Auditor General de la Nación

Resulta curiosa la continuidad de Daniel Scioli frente a la embajada de Brasil y se baraja que Flavia Royón, actual secretaria de Energía, corra la misma suerte, pero con otro cargo. A su vez, el cierre de estos cuatro años está marcado por las apariciones de Alberto Fernández, que generaron turbulencias en el espectro. Negó la pobreza del 40%, cuestionó a Cristina Kirchner y deslizó su malestar por el arreglo Milei-Scioli.

El schiarettismo anotó sus porotos y aportó a Osvaldo Giordano que será director de ANSES. La facción cercana al gobernador saliente buscó la presidencia de Diputados para Florencio Randazzo, pero quedó descartado con la designación de Martín Menem. Los amarillos tampoco pudieron colocar en ese lugar a Cristian Ritondo.  Aún no se conoce el destino de Hernán Lombardi, que está agazapado. Los terceros y cuartos pretenden pisar el poder. Esto configura un escenario impensado e incoherente.

Las idas y vueltas trazaron el eje de esta campaña. Su ex socio liberal José Luis Espert mostró señales de reconciliación con el presidente electo, ya se reunieron en el Hotel Libertador para acercar posiciones. 

Entre tanto ruido, se desliza una certeza: la ausencia de estructura de La Libertad Avanza. Sin gobernadores ni intendentes, con pocos legisladores y un gabinete improvisado. Cuando asuma el 10 de diciembre, contará con 37 diputados y tan solo 7 senadores. Sobre la marcha, arma el futuro gobierno.


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