Por Diego Villarino
Determinadas circunstancias te paran frente a decisiones. Difíciles o no, son inevitables e incluso necesarias. Necesarias para cambiar el rumbo, para romper con la estructura o para dejar un aprendizaje. Cuando tenés que tomar una decisión, entran en juego un conjunto de factores atendibles. Uno analiza los pormenores, las ventajas y desventajas, las actitudes, las circunstancias y sobre todo la repetición de patrones. Porque tomar una decisión ante el primer obstáculo, es más bien un impulso. Por el contrario, en el proceso de decisión uno registra, analiza y evalúa. Hay una dosis de sabiduría.
Claro que tomar una decisión no es sencillo. Implica una mirada hacia adentro y afuera. También es renunciar a ciertas comodidades. Es tener lealtad a tus principios y una protección de ciertas relaciones. Porque la decisión no es siempre un acto individualista. No siempre es técnica e instrumental, no hay un manual de reglas.
En ocasiones, la decisión está combinada con cuestiones humanas, apoyadas en valores y vínculos. La integridad es importante: Ver todas las variables para lograr la mayor coherencia posible. Decidir es un arte en sí mismo. Propongo desmitificar que las decisiones se toman cien por ciento en frio. Un componente de frialdad es vital pero las emociones también inciden. El sentimiento de injusticia activa un sexto sentido: a veces previene.
En un momento Soda Stereo decidió separarse. El Indio y Skay tomaron caminos separados a fines del 2001. El actor Matías Santoianni inició su tienda naturista de productos orgánicos llamada "Castaña y maní". Su colega Gastón Soffritti puso una cervecería. Abel Pintos y Mora Calabrese decidieron casarse el año pasado. Wos comenzó su carrera musical en 2013 y se presentó en programas televisivos. Hoy es un símbolo cultural.
Concretada la decisión, puede surgir la inquietud: ¿Tomé el camino adecuado?. ¿Había que esperar un tiempo más o debí tomar la decisión antes?. ¿Contemplé las variables adecuadas? ¿Qué no tuve en cuenta y que sí?. Cada decisión es un paso hacia adelante y esto no significa que ese cambio sea favorable. Pero no por eso uno debe quedarse en la misma baldosa. La vida te hace sonreír disfrutar, entristecer y aprender, todo en un mismo combo. Nada es definitivo, aún el aprendizaje que nos acompaña hasta la muerte.
La Vida (Árbol)