Noche Sátira: De Calzada a Colegiales

                                      

Por Diego Villarino

Desde las diez de la noche, el micro está anclado enfrente de la Plaza Güemes. Aquel predio homenajea con su nombre al héroe salteño, una figura que peleó por nuestra patria en el siglo XIX. Calzada tiene su rincones emblemáticos. Dentro del espacio también hay un sentido homenaje a las victimas del terrorismo de Estado. El mote de localidad, que está simplificado a una cuestión geográfica, oculta todos sus encantos.

Las bajas temperaturas son una realidad palpable, y aún así el público de los Sátiros Sueltos dice presente, con ese clima de alegría que define al rock, con las camperas de cuero y la birra. Las charlas entrecruzadas, los recuerdos de recitales y las jornada laborales son puntos compartidos. Incluso entre personas que no se conocen de antemano. En el intercambio surge la experiencia de Diego en un show de Los Gardelitos y los arreglos laborales entre Tomás y su empleador. El sentimiento de contrarreloj empieza a reflotar, en media hora el micro parte a Ciudad de Buenos Aires. La coordinadora Verónica anota cada llegada y aguarda a los que todavía faltan.

Los arreglos en la calle provocan el desvío del micro, que debe agarrar Presidente Perón. "Vamos Sátiros" cantan los pasajeros mientras comparten tragos de fernet y cerveza. El frio es solamente una anécdota, es lo que menos importa es un sábado de risas. Cada anécdota arranca una mirada cómplice, como si todos se conocieran. Calzada unifica localidades, no solo conecta con Mármol y Adrogué: Un pasajero viene de Ezeiza. La parada intermedia en la Estación de Servicio de Lomas de Zamora es inevitable, un grupo de viajantes desciende para ir al baño. El resto de la aventura fue un viaje sin escalas a Buenos Aires, donde se aprecian el barrio de la Boca y el Obelisco, lugares que parecen lejanos pero que no lo son tanto. Solo distantes en el imaginario colectivo.


En Gier Music Club vibra el rock y para comprobarlo están los cuadros que simbolizan las paredes: Leyendas del género musical como The Beatles, Jimi Hendrix, Pink Floyd y Kiss. Un lugar de bienvenida para el fan rockero, donde cada fin de semana tocan grupos. El público del conjunto calzadence se entremezcla con otras personas y escucha a la primera banda. The Housing Rockers, un tributo potente al guitarrista Stevie Ray Vaughan. La desafiante voz de Mar Freire encabeza Vainas Rock, la segunda actuación.

Mientras anuncian las últimas canciones, Ezequiel consulta si pueden colgar la bandera de los Sátiros Sueltos. Los calzadences se juntan para sacarse fotos, la velada que antecede al show de Cachi y compañía. El elenco plasma sus clásicos: 11s, Mirando al Sol, Sutil y Demencial y un largo etcétera. Amaga con el cierre, sin embargo, el clamor popular fuerza a una canción más. La elegida para la estocada final es Tormenta, impulsora de históricas pogueras. Tres grupos virtuosos comparten la fecha, pero los Sátiros llevan el clima caluroso de Calzada, la confianza de compartir un fervor.







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