El entorno digital y los desafíos de la comunidad educativa

                                   

Por Diego Villarino

El desarrollo del entorno digital y el advenimiento del capitalismo de hegemonía financiera debilitaron algunas de las características de la matriz escolar moderna, propuestas por Pablo Pineau. Las nuevas tecnologías interpelan al sistema educativo y reconfiguraron las formas de enseñar y aprender.

En primer lugar la aparición del entorno digital provocó que el sistema escolar no sea el único medio de educación. Pineau planteó que la educación moderna se caracterizó por “la homología entre escolarización y otros procesos educativos” (Héctor Rubén, Cucuzza, 1996, p.4). Sin embargo, las nuevas tecnologías brindaron un panorama abarcativo. Los artefactos como los celulares o las tablets se convirtieron en un nuevo medio educativo, donde los usuarios pueden aprender determinados conocimientos. El intelectual escritor Isaac Asimov predijo esta realidad en 1988 cuando criticó el aprendizaje impuesto y homogéneo de la escolaridad moderna, al tiempo que deseó “conexiones de computadora en cada casa, cada una de ellas conectadas a enormes bibliotecas donde cualquier persona puede hacer preguntas y tener respuestas, obtener materiales de referencia sobre cualquier tema”.

En segundo orden Echeverría describió que el desarrollo del tercer entorno (las nuevas tecnologías) modificó la concepción de tiempo y espacio. Pineau describió que en la escuela moderna hay un uso específico del espacio y el tiempo. Dentro de las escuelas se rigen determinados parámetros espaciotemporales. “La escuela diferencia muy marcadamente los espacios destinados al trabajo y al juego, a los docentes y los alumnos, y define ciertos momentos, días y épocas como más aptos para la enseñanza, los dosifica en el tiempo y les señala ritmos y alternancias” (Héctor Rubén, Cucuzza, 1996, p.6). No obstante, el entorno digital rompe esas barreras. Si bien ciertas reglas siguen vigentes en el ámbito intraescolar, los alumnos administran el uso tecnológico, esta realidad se plasma en la búsqueda de información y en la adquisición de nuevos aprendizajes. Por eso Echeverría sostiene la necesidad de educar a los estudiantes y profesores en el manejo de estas interfaces.


Pineau también aseguró que la modernidad inculcó una especial definición de la infancia, en la que se remarcó su incompletud. Esa concepción indicaba que educar significaba “completar al niño para volverlo adulto, lo que conllevó a una infantilización de todo aquel que en cualquier circunstancia ocupar el lugar de alumno“ (Héctor Rubén, Cucuzza, 1996, p.7). Esta idea reflejó una asimetría entre el adulto y el niño, trasladada a la escuela en el vínculo docente-alumno, donde el último debía amoldarse a la escolaridad. Pero la tecnología estimuló rasgos que potenciaron las capacidades del niño. Asimismo, Dolors Reig subrayó que “La desconexión alterna no solamente nos favorece en un sentido intelectual, propiciando un trabajo mental más reflexivo, crítico, productivo y creativo, sino también en cuestiones tan importantes como la educación emocional” (Reig, Dolors, 2018, p.10).

En cuarto orden de cosas, Pineau afirmó que la modernidad promovía la imagen del docente como ejemplo de conducta. Por el contrario: en los tiempos digitales la relación entre docente y alumno debería modificarse hacia una concepción más horizontal, al mismo tiempo de que el profesor debe aprender nuevas herramientas digitales. El uso de la memoria varió y eso influyó en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Reig comparó a Internet con un “disco duro”, donde podes almacenar y encontrar la información que anhelas, amplió la capacidad de almacenar información en el cerebro. En ese sentido, el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, cuestionó el modelo de enseñanza moderno y afirmó: “Si los alumnos son vagos es porque los profesores no esperan demasiado de ellos. Es cierto que, hace unos cuantos años se planteaban preguntas básicas que obligaban a ir a la biblioteca a investigar. Ahora esta información la tienen al alcance de la mano, así que ahora hay animarles a analizar la información., a ir más allá”. La sobreabundancia de información implica un desafío para el docente y el alumno, aunque no debe ser concebido de manera negativa. También representa la oportunidad de aprender a reconocer la información útil.

En quinto y último lugar, cabe señalar que la generación de una oferta y demanda impresa específica, destacada por Pineau, se vio atravesada por la multiplicidad de herramientas multimedia que convergen en la virtualidad. Los recursos tradicionales como los manuales, láminas y guías docentes coexisten con los aportes de las nuevas tecnologías: plataformas virtuales de enseñanza, videos de YouTube, Facebook y otras redes sociales. El desarrollo de estas herramientas convierte en obsoleta a la escuela tradicional cuyas características continúan en la línea de la modernidad. En coincidencia con Dolors Reig, sostengo que las nuevas tecnologías fomentaron e-competencias que repercutieron en el desarrollo cognitivo del individuo. La autora destacó “el trabajo colaborativo (crowdsourcing , co-creación, coopetición, etc.), las habilidades de búsqueda o las de filtrado de la información veraz y de calidad, la capacidad de síntesis, la orientación a futuro y a proyectos, la creatividad y la concentración” (Reig, Dolors, 2018, p.2). Estas habilidades forman parte de actualidad. Los individuos en su vida cotidiana aprenden a través de múltiples plataformas. En cambio, los contenidos y modos de enseñanza tradicionales no están adaptados a las demandas de la era digital.



Fuentes

Pineau, Pablo. (1996). ¿Por qué triunfó la escuela? o la modernidad dijo: “Esto es educación” y la escuela respondió: “Yo me ocupo” . En Héctor Rubén Cucuzza (comp.).Historia de la educación en debate. Buenos Aires: Miño y Dávila.

Reig., Dolors (2018). Cambios psicosociales, cognitivos y éticos en el individuo conectado. Buenos Aires: Eudeba, OEI, Ibertic.

Echeverría Esponza, Javier. (1998) 21 tesis sobre el Tercer Entorno, Telépolis y la vida cotidiana. Donostia: Eusko Ikaskuntza.

Isaac Asimov previendo el impacto de Internet (1988).

Jimmy Wales, fundador de Wikipedia: “No es cierto que hayamos hecho a los alumnos más vagos”.

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