Eduardo Colman es más misionero que la yerba mate. De joven viajó a provincia de Buenos Aires. Su pasión por la política, la docencia y el periodismo.
Por Diego Villarino
"Misiones para mi es todo, mi casa, mi madre, los sentimientos, mi patria grande. Mi infancia fue maravillosa, vinculada con la naturaleza, con el arte, la música y la radio, con las pasiones que siempre me acompañaron", exclama Eduardo Colman, nacido en Crucero Caballero, una localidad del Departamento de San Pedro.
Su primer contacto con la política fue entre la adolescencia y la primera juventud. "Todo era peronismo por el regreso del Gral. Juan Domingo Perón", resalta. En su tierra natal dio su primer paso en la función pública, fue Secretario de Gobierno en Puerto Iguazú en la intendencia de Roberto Velázquez.
Por razones de estudio viajó a provincia de Buenos Aires, acompañado de un grupo de jóvenes misioneros. No obstante, la política siempre atravesó su vida. "Cuando estaba a cargo de la catequesis, de un sector de la parroquia Nuestra Señora de Luján, el Padre Vicente Ré me dijo que debía ser el brazo de Don Orione en la política de Almirante Brown", revela y admite "Siempre sentí una vocación muy profunda por lo social, por sentimientos hacia el más desposeído, y con un espíritu nacionalista muy fuerte de querer servir a mi familia y mi patria desde el lugar que me tocara actuar". Así fue, con el intendente Félix Flores asumió el cargo de Director de Prensa.
En la gestión de Jorge Villaverde fue Director de Prensa y Difusión, Asesor del Departamento Ejecutivo, Secretario de Prensa y Difusión y Secretario de Cultura. "Jorge Villaverde sigue siendo mi amigo y compañero, me dio la posibilidad de poder acceder a su gestión", asegura. En 2019 compitió por la intendencia del municipio por el Frente NOS. Le ganó la interna a Ariel Serrano y pudo acceder a las elecciones generales, un reto cumplido. También fue precandidato a concejal en 2021 pero esa vez no logró superar las PASO.
Gracias a la política logró conocer a personalidades del ambiente como Eduardo Duhalde y Carlos Menem, sin embargo, su principal logro fue servir a la función pública. Colman destaca "su entera dedicación". "Me costó algunos retos de mi familia porque te quita mucho tiempo. Dormía muy poco, eso intercalado con mi tarea como docente, soy profesor de Lengua y Literatura y egresado del Iser, como periodista", relata.
Durante su juventud se formó en la Congregación de los Padres Agustinos Recoletos en la Obra Don Orione y en la Congregación del Verbo Divino. Contrajo Matrimonio con Susana Capurro y tuvo cinco hijos. Después de un tiempo la familia se agrandó. La hija mayor Jimena tuvo a Estefanía y más adelante a los mellizos Juan Pablo y Julián. Eduardo Colman acompaña a sus nietos al Club Calzada, lugar donde juegan al fútbol. El deporte de multitudes es una de sus pasiones: Eduardo cubre a Brown de Adrogué hace más de 30 años. Es muy recordado por sus viejas coberturas para el Diario Tribuna. Vivenció ascensos históricos a la Primera C, B Metro y Nacional. Vio jugar a la dupla Gastón Grecco-Darío "Chavo" Lema. Hasta disfrutó la victoria a Independiente en 2013.
Hace 23 años es padrino la Escuela 200 de Villa Alta, Puerto Iguazú, donde tiene un fuerte accionar solidario. Su pasión por el estudio lo llevó a elegir la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Un desafío más y van. La vida del misionero está marcada por la actividad.
Entrevista