Aportes para pensar el 2 de abril: A 40 años de la Guerra de Malvinas

                                           

“Malvinas hunde sus raíces en la historia argentina. Nuestro país mantiene con el Reino Unido un litigio de larga data por la soberanía en el Atlántico Sur. Varias generaciones de argentinos, de extracciones políticas diversas, pensaron la identidad nacional a través de las islas. Malvinas también es el nombre de una guerra que se libró en el marco del terrorismo de estado y de sus memorias, olvidos y marcas que se despliegan en cada localidad del territorio. Y con mayor fuerza, día tras día, Malvinas es en la actualidad un sinónimo de fraternidad suramericana y de rechazo de toda forma de colonialismo y militarismo en el siglo XXI” (Pensar Malvinas del Ministerio de Educación de la Nación).

La Guerra de Malvinas se proyecta sobre nosotros como un acontecimiento cargado de mucho dolor pero también de esperanza y oportunidad. Cuando trabajamos la causa Malvinas intentamos recuperar las voces de sus protagonistas, en los últimos años hubo un movimiento que empezó a visibilizar algunos actores que estuvieron ocultos. Así, nos encontramos con la necesidad de escuchar a aquellas mujeres que participaron en la guerra: comisarías de a bordo, enfermeras, instrumentistas quirúrgicas, cadetas, radio operadoras de barcos mercantes, que empezaron a ser reconocidas recientemente. Malvinas siguen siendo parte sustantiva de la historia reciente, que no termina de ser contada e interpretada. El desafío es reconstruir la historia con todas las voces de sus actores. Proponemos analizar el siguiente video desde las categorías de la perspectiva de género.

Sabemos que el 2 de abril de 1982, la dictadura cívico-militar inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. Con esta acción de afirmación de la soberanía nacional, apoyada por un importante sector de la población, la dictadura intentaba ocultar la gravísima situación social, política y económica a la que había conducido su gobierno. El conflicto armado concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición de la Argentina y provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

Desde el 22 de noviembre de 2000 recordamos el 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas. El trabajo con esta fecha en los institutos superiores apunta a diferentes propósitos: honrar la memoria de los caídos en esta guerra, interpretar los hechos históricos relacionados con Malvinas en el marco del contexto socio político cultural argentino, y producir conocimiento sobre la situación actual de las islas y el reclamo del pueblo argentino. Es necesario volver a trabajar desde el nivel superior este acontecimiento, desde un lugar de la rigurosidad, la reflexión y la crítica.

Nos preguntamos ¿Qué representa hoy la causa “Malvinas”? ¿Representa una “hermanita perdida” tal como la caracterizaba Atahualpa Yupanqui ? ¿Qué papel juega la propaganda de la terrible dictadura militar en defensa de la soberanía nacional en nuestra idea de legítimo reclamo sobre Malvinas hoy? ¿las islas Malvinas son un elemento de la identidad argentina? ¿El gobierno militar se apropió del reclamo por las islas Malvinas? ¿Cómo interpretamos hoy este hecho del pasado reciente? ¿Cuáles son los múltiples sentidos que se desprenden de la causa de Malvinas? ¿Qué lugar ocupan las islas en la memoria social? ¿Por qué hoy América Latina asume la causa como propia? ¿Qué lugar ocupan los ex combatientes en las memorias locales y en la memoria nacional?

También pensamos que uno de los modos de abordar los hechos del pasado reciente es a través de las expresiones de la cultura popular. En este sentido proponemos una forma de análisis de este acontecimiento, a través de la música popular. Esta expresó de diversas formas el sentimiento de la sociedad argentina hacia Malvinas. Los artistas populares y las bandas más reconocidas expresaron orgullo, dolor, ironía y bronca. Recorrer estas manifestaciones nos interpela profundamente.

"Sólo le pido a Dios, que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte, toda la pobre inocencia de la gente. Es un monstruo grande y pisa fuerte. Toda la pobre inocencia de la gente", canta León Gieco. Es interesante indagar la historia detrás de esta canción que compuso León Gieco "Sólo le pido a Dios" en 1978, en tiempos del posible conflicto por el Beagle y ante la posibilidad de una guerra entre Chile y Argentina. Como otras canciones del músico, fue prohibida por la dictadura militar. Durante la Guerra de Malvinas y con la apertura a la música nacional, “Sólo le pido a Dios” se convirtió en un himno a favor de la paz. Esa misma dictadura que antes la había censurado, decidió reconocerla. Publicada en el álbum "IV LP", de 1978. Fue interpretada por distintos y reconocidos cantantes de todo el mundo como Mercedes Sosa, Víctor Heredia, Luciano Pereyra, la española Ana Belén, el norteamericano Pete Seeger, entre otros.Hay una versión grabada en vivo en el festival B.A. Rock por Raúl Porchetto, Piero y el mismo León Gieco. En el año 2004, León la cantó junto a Joan Manuel Serrat y Víctor Heredia. "Sólo le pido a Dios" trascendió las fronteras y se volvió una canción necesaria en tiempos dolorosos y conflictivos. Se destaca la versión del trío danés Outlandish. La banda integrada por Isam Bachiri (de origen marroquí), Lenny Martínez (hondureño) y Waqas Qadri (paquistaní) tradujo la letra íntegramente al inglés y conservó un coro en castellano.



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