El protocolo Aula Segura rige para establecimientos educativos de los niveles inicial, primario y secundario.
-La escuela deberá recabar la información sobre la vacunación contra COVID-19 de toda la comunidad educativa, así como la del calendario nacional.
-Se eliminan las burbujas.
-Asistencia cuidada: ante la presencia de síntomas o malestar general -asociado o no a COVID-19-, el personal y los alumnos no deben acudir a la escuela y deben permanecer en aislamiento siguiendo los criterios vigentes. Se recomienda que realicen la consulta médica correspondiente.
-Si los síntomas no son compatibles con COVID-19, luego de 24 horas sin ellos puede volver a la escuela.
-Ante la presencia de casos de COVID-19 se debe cumplir el aislamiento previsto de los mismos, así como de las medidas ante contactos estrechos según condición de vacunación.
-Uso de barbijo a partir del nivel primario: debe tapar nariz, boca y mentón, bien ajustado a la cara y durante toda la jornada educativa en espacios cerrados.
-La ventilación debe ser cruzada y constante.
-Higienizar y limpiar regularmente los ambientes y mantener una adecuada higiene de manos.
-Priorizar la distancia en los momentos en que no se utilice barbijo.
-Se sospechará de un brote de COVID-19 en el aula en presencia de al menos 3 casos confirmados entre alumnos/as de un mismo aula -o alumnos y docente, para el caso de docentes permanentes- asociados epidemiológicamente, en un periodo igual o inferior a 7 días.
-Se promoverá el estudio etiológico de los brotes (confirmar los primeros casos con pruebas de laboratorio y los casos asociados por nexo epidemio-lógico) para identificar el riesgo de transmisión.
-Si hay sospecha de brote, se notificará a los familiares de los estudiantes y al personal relacionado al aula.
-Frente a sospechas de brotes, la autoridad sanitaria realizará la evaluación de riesgo pertinente y se encargará de definir junto a las autoridades educativas las medidas a adoptar.