Sebastián Armenault: La solidaridad como eje

 


Por Diego Villarino

"Todo comenzó un sábado cuando un amigo del rugby me invitó a correr. Hice los 2 kilómetros por el lago de Palermo y tuve una sensación interna muy linda ", relató Sebastián Armenault, el ultramaratonista solidario que inició su carrera a los 40 años. "Para mi era un desafío personal, a mi no me gustaba correr y entrenar. Sí jugar en el club Banco Nación, lo hice 25 años . Cuando dejé nacieron mis hijas, te cambian los tiempos y prioridades", confesó.

Recorrió terrenos inhóspitos como el desierto de Sahara, el Amazonas o el polo sur en la Antártida. Asimismo, realizó los 900 metros bajo tierra. Ayudar a las personas se convirtió en una bandera. "Cada kilometro se manifiesta en donaciones, son 50 litros leche o 50 kilos cereales y eso le va alcanzar a algunos merenderos para desayunar tres meses" remarcó. Junto a Mechi llevó adelante la nueva construcción del merendero La unión hace la fuerza, localizado en la zona de Ezeiza. 

En una entrevista para Acompañemos al último, señaló que su idea es transmitir "un mensaje". Hace 6 años publicó el libro Superarse es ganar, a través de 264 páginas narró sus principales historias. Desde la cordillera de Los Andes hasta los Emiratos de Omán, su vida esta marcada por un eje principal que es la motivación solidaria. "Siempre pensamos en lo que quieren los otros, llegar primero o batir un récord. Mejor es encontrar nuestro propósito en el mundo", aseguró.

El deportista admitió que no tiene un estado físico ideal, sin embargo siempre encuentra un incentivo. "Le regalé anteojos a los ancianos de un geriátrico, una abuela me dijo que gracias a eso podía cumplir el sueño de leer el diario", destacó y agregó "La tradición surgió en mi familia. Después de las mudanzas hacíamos donaciones".


"Sentirlo es fundamental, no tengo ni la espalda ni la preparación. Corrí en el Sahara sin haber entrenado en arena, la cabeza juega mucho. Por día solo te daban diez litros de agua y la mochila pesaba 14 kilos. Te encontras con tormentas, lugares y situaciones que no sabes como van a terminar. Es similar a un retiro espiritual, son horas con la nada", explicó.

En mayo tiene previsto su primera carrera en auto, un Fiat Panda. Es un Dakar de 3 mil km en el desierto de Marruecos. Con eso la idea es construir el cuarto merendero. "Quiero mostrar que si vos queres, dentro de tus posibilidades y a tu medida lo vas a poder hacer. Cuando algo nos resulta difícil solemos esquivarlo. Intenté correr en el Aconcagua,  estaba a 400 metros y se largó una tormenta de nieve. Además me deshidraté en Vietnam, a pesar de eso nunca abandoné una carrera. Hay que romper con el paradigma de ganar o ser un perdedor", subrayó Sebastián Armenault. Durante muchos años ocupó horas de su vida al trabajo de oficina. No obstante, el maratón marcó un punto de quiebre en su rutina cotidiana. Un argentino que recorrió el mundo.









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