Como el juego de la oca



Por Diego Villarino

Hace un par de semanas, La Visión Alternativa publicó un artículo, que destacaba la fortaleza comunicacional del Gobierno, más allá de las preferencias ideológicas. Un aparato comunicacional basado en la estrategia digital, una red de influencers libertarios que promueven lo que autodenominan "batalla cultural" y una cuenta de X administrada por el propio presidente, como si fuera un ciudadano común.

Esa cuenta de X sirvió para enfrentar a dirigentes opositores, pero también funcionó para disputar la batalla de sentido con exponentes culturales, especialmente mujeres. María Becerra y Lali Espósito, las principales apuntadas del oficialismo. El engranaje de las redes siempre desemboca en una agenda. El Gobierno instala los temas de debate público,  todo orquestado.

Sin embargo, el Gobierno entró en un mar de turbulencias el pasado 14 de febrero. Sí, el día de los enamorados. Lejos de las mieles del amor, el presidente dio un falso que causó efectos adversos. Promocionó la cripto $Libra y luego se desplomó.  El mandatario la calificó como un proyecto para fondear "pequeñas empresas y emprendimientos argentinos". Después de conocer la caída del valor, el presidente buscó rectificarse, borró la publicación y escribió un nuevo mensaje

Pero ya fue tarde. Además de las victimas de Libra, el aparato comunicacional y sobre todo la credibilidad se vio amenazada. Lo curioso?. El golpe no fue en el talón de Aquiles, se produjo en su arma más poderosa: las redes sociales. El paso en falso llegó desde X, la red del aliado Elon Musk.

En términos de efectos, significó el primer gran cimbronazo. Pasó el discurso de Davos contra la comunidad LGBTIQ+, pasaron las marchas de universitarios y jubilados, pero ningún hecho causó el ruido de $Libra. Sera porque repercutió de forma internacional, será porque el mercado cripto está en auge.

Buena parte periodismo afín habló en términos de "error" o "mal asesoramiento". Pero luego alzaron la voz periodistas como Hugo Alconada Mon y Carlos Pagni, comunicadores insospechados de ser peronistas o de izquierda. 

Alconada Mon escribió un articulo sobre un presunto encuentro con los empresarios cripto, una supuesta celebración en el hotel Hotel Four Seasons de Buenos Aires en la noche del 21 de noviembre pasado, donde los hermanos Davis y su equipo celebraron con tragos y champagne la firma del convenio con el mandatario argentino, según la versión difundida en el diario La Nación. 

Todo ocurre en medio de la encrucijada con empresas como Clarín y Perfil. En paralelo, las disidencias de colegas de La Nación empiezan a surgir, algo impensado al inicio del mandato. Esto sumado al material filtrado de la entrevista de Jonatan Viale. El periodista de TN incluso confrontó con su colega Eduardo Feinmann: declaraciones cruzadas y acusaciones.

Esta semana Diputados aprobó el emplazamiento de las comisiones que investigará la estafa de la criptomoneda. El martes 18 de marzo a las 13, se tratarán los expedientes. Aún se desconoce si esto va a tener efectos electorales, lo más probable es que no, al menos en el mediano plano. El oficialismo aún conserva su buena imagen en una porción social. La idea de déficit cero, la caida de la inflación (no reflejada en la micro) y los fracasos de la dirigencia política, le dan un crédito. Pero el Gobierno no firmó un cheque en blanco. Un paso hacia adelante y dos para atrás.




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