Escribir el primer libro no es fácil. Adriana Meyer admitió que debió cambiar el hábito de redacción. Tuvo que aplicar una selección rigurosa. Hacer un artículo para un diario no es lo mismo. “Desaparecer en democracia: Cuatro décadas de desapariciones forzadas en Argentina” es su debut bibliográfico. Su pasión por el periodismo la llevó a retratar la violencia institucional. 300 páginas de rigor profesional y 218 casos dolorosos: Aparecen nombres resonantes como Jorge Julio López y Sebastián Bordón.
La tapa refleja una marcha por Facundo Astudillo Castro en Carmen de Patagones. Cristina Castro, mamá del joven desaparecido en 2020, destacó que el flamante libro funciona como un manual para los próximos familiares. Por eso agradece el trabajo de Marea y Adriana Meyer, la obra le permite replantear, escuchar y pensar, tres verbos prohibidos en la época de la inmediatez.
Cada elemento del libro tiene un hilo conductor: la militancia por los Derechos Humanos. Eso implica denunciar el abuso de las fuerzas de seguridad pero sobre todo desnudar las tramas ocultas con otras instituciones. “Es muy valioso en cuanto a encontrar los modus operandis, los por qué, las historias de vida que también son muy conmovedoras. Es el número 88 de la colección Historia Urgente, la historia que debe ser contada ahora”, explicó Constanza Brunet, dueña de editorial Marea, en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires.
Ricardo Ragendorfer lleva más de 30 años en la odisea del periodismo policial y los detalles son una parte esencial de su vida rutinaria. Sincero y sin pelos en la lengua afirmó que "es una tendencia que no discrimina colores políticos" y señaló que “Ningún gobierno pudo con sus agencias policiales porque estos se autofinancian a través de las cartas delictivas, se autogobiernan, todo inquilino temporal de cualquier tipo de poder ejecutivo tiene que pactar con ellos".
El equipo de trabajo
La periodista de Página 12 consultó numerosas fuentes, entre ellas Myriam Bregman, María del Carmen Verdú y Ricardo Ragendorfer. Además, el equipo de investigación estuvo conformado por Daniel Satur, Juan Pablo Csipka, Gioia Claro, Soledad Segade y Martín Cossarini.
“De fusilamiento de gatillo fácil tenemos relevados 121 casos en cinco años, es una bocha y le están pisando el poncho a la bonaerense”, detalló la mentora del prólogo María del Carmen Verdú. Hace 29 años la abogada fundó Correpi, una organización que investiga la represión Policial e Institucional.
“De fusilamiento de gatillo fácil tenemos relevados 121 casos en cinco años, es una bocha y le están pisando el poncho a la bonaerense”, detalló la mentora del prólogo María del Carmen Verdú. Hace 29 años la abogada fundó Correpi, una organización que investiga la represión Policial e Institucional.
De izquierda a derecha: Myriam Bregman, María del Carmen Verdú, Adriana Meyer, Ricardo Ragendorfer y Constanza Brunet.
El primer caso de desaparición
José Luis Franco, de 23 años, desapareció en la ciudad de Rosario, a catorce días de la asunción de Raúl Alfonsín. El joven fue detenido en la noche del 24 de diciembre de 1983 por la policía de Rosario, la Justicia negó un pedido de Hábeas Corpus y tiempo después la fuerza comunicó que había muerto en un enfrentamiento. Después vinieron los casos de Andrés Núñez y Miguel Bru.
El manual de la impunidad
Myriam Bregman remarcó las prácticas reiteradas de los gobiernos que ejercen la represión en protestas, un modo de un feroz control social. La diputada porteña levanta la voz aunque sepa que después de tanta lucha probablemente se quede afónica. “La primera práctica es la negación, seguro que está en otro lado y mientras niegan ganan tiempo para el encubrimiento. No son originales, lo comprobás cuando notas sus modos de actuar, las repercusiones en la prensa y quién sale a hablar”, resaltó la dirigente.
Como militante de los Derechos Humanos y ex abogada de Jorge Julio López, la voz de la izquierda comprobó que la impunidad sólo genera más impunidad, denuncia una y otra vez la complicidad entre el poder judicial y el poder político. "Cuando desapareció López, lo primero que hicieron es armar tres legajos: uno manejado por la bonaerense, otro por la general en paralelo y el tercero por la SIDE, que en ese momento presidía Jaime Stiuso. Stiuso cortó las líneas de teléfono y me dió una señal de Nextel controlado por él", reveló Bregman.
El caso Sebastián Bordón