Por Diego Villarino
Los medios digitales marcan tendencia. El periodismo ciudadano compite con el tradicional. El usuario puede generar contenido que impacte en el mundo real. La proliferación de noticias falsas son un claro ejemplo
El siglo XXI significó un cambio de paradigma. El estilo tradicional de los medios digitales se vio avasallado por nuevas formas comunicativas. El Broadcasting, esa transmisión de uno a muchos que ejercían la Radio y la TV, se erosionó. La reticularidad, el muchos a muchos domina la escena actual. El Usuario no responde con pasividad, es un sujeto creativo y desafiante.Por lo tanto, el periodista de un medio tradicional no es el rey de la verdad.
La primera transmisión radial de entretenimiento se produjo en el año 1920 bajo la conducción de Enrique Telémaco Susini y la colaboración de César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica. El proyecto tuvo lugar en la terraza del Teatro Coliseo de la Ciudad de Buenos Aires y se apodó Los Locos de la Azotea. Se convirtió en el primer paso hacia una modificación de la percepción en el receptor. La radio construyó un contacto directo con las personas que deseaban informarse. Es decir, marcó una distinción con respecto a los medios gráficos quienes no ofrecían el efecto auditivo.
Tres décadas después llegó la televisión a la Argentina. Vino con el as visual bajo la manga. La emisión inaugural fue el 17 de octubre de 1951, dando origen al por entonces Canal 7. Se trató del Día de la Lealtad Peronista. Más adelante en el tiempo, el surgimiento de Internet junto a las redes sociales, fortalecieron la tarea del periodista ya que le otorgaron numerosas herramientas para desarrollar su trabajo. La cantidad de recursos son innumerables. El inmenso mundo online abarca desde la utilización de un blog hasta la creación de un diario o revista virtual.
No obstante, el fenómeno de la red exige seriedad para encontrar los contenidos confiables. Resulta clave la búsqueda en sitios web oficiales con el objetivo de evitar noticias y primicias falaces. Las noticias falsas o Fake News figuran con frecuencia en las redes sociales. parte del público las comparte como si fueran ciertas. Deambulan sin restricciones por Facebook, Instagram y Twitter.
No obstante, el fenómeno de la red exige seriedad para encontrar los contenidos confiables. Resulta clave la búsqueda en sitios web oficiales con el objetivo de evitar noticias y primicias falaces. Las noticias falsas o Fake News figuran con frecuencia en las redes sociales. parte del público las comparte como si fueran ciertas. Deambulan sin restricciones por Facebook, Instagram y Twitter.
La dificultad radica en que los mismos usuarios actúan de comunicadores sin ser periodistas en el sentido estricto de la palabra. Por eso el desarrollo continuo de lo medios en el ciberespacio nos exige a comprometernos mucho con la función de informar. El individuo es un prosumidor, capaz de generar cualquier tipo de contenido. Hoy en día es mas fácil subir material. El periodista ciudadano desafía al profesional, lo cuestiona y hasta en algunos casos lograr mas credibilidad. Los retos son enormes.