El Juzgado de Garantías N° 3 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús ordenó la clausura del estadio Libertadores de América, tras los violentos disturbios registrados durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile.
La medida responde al pedido del fiscal Mariano Zitto, quien calificó los hechos como “violencia extrema e inhumana” y solicitó la suspensión de los eventos deportivos con público hasta nuevo aviso
El juez a cargo de esta causa explicó que hubo una "imposibilidad manifiesta de contención de los desmanes, que en ese marco fueron escalando en agresividad hasta la completa suspensión del evento deportivo”, por lo que prohibió el juego con público en el recinto hasta que se presente un plan de seguridad adecuado.
El Juzgado, a cargo de José Luis Arabito, determinó que el club de Avellaneda sí pueda jugar en el lugar pero solo a puertas cerradas. También dejó abierta la posibilidad de que se mude la localía, en cuyo caso los hinchas podrían concurrir normalmente.
Además, se contempla la realización de audiencias de control para evaluar la viabilidad de levantar parcial o totalmente la sanción.