Sinfonía de un Flaco



Sale de la puerta de Radio ALT con la emoción en su rostro. Sus ojos delatan eso y mucho más. Pablo Vico cierra una etapa de su vida, pero como sucede con los verdaderos amores, el final no está escrito. Se puede reescribir cuantas veces sea necesario. “Cuando deje el cargo estaba muy triste. Me cuesta llenar el espacio  que me daba Brown”, admite.

“Estoy tomando un descanso mental y pensando las mejores opciones. No creo que encontremos equipo pronto. La mayoría tienen técnico. No nos meteremos en cualquier lugar, debe ser un proyecto serio”, declara el Flaco que dirigió al Tricolor durante 25 años, 15 de ellos en el primer plantel.

Al momento de anotar, un 21 de marzo de 2009, Sebastián Anaut no sabía que el DT iba a durar tanto. Vico pasó por muchas emociones. Gritó el  gol de Matías Sproat ante Temperley en 2012, celebró los tantos de Tincho Fabro ante Almagro y festejó con los penales atajados de Burtovoy.  El primer ascenso fue un hecho histórico para un club que transitó en categorías inferiores

Aquel logro no configura la película completa. Independiente fue víctima del planteo del Bigotón, de Sproat y Fabro que no fallaron y de un equipo bien plantado. 2-1 en el Libertadores de América en el debut en la categoría, nada mal. El descenso final no tapó victorias resonantes ante los mayores cucos. El Rojo se podía quedar tranquilo porque Talleres, Huracán y Unión también cayeron en las garras de Brown.

Juanchon García gritó el regreso al Nacional en 2015 y las calles adroguenses se vieron desbordadas. Hasta el último segundo no se definió en el Nuevo Francisco Urbano, una final en el oeste que repercutió en el sur conurbano. Adrenalina acumulada. “El ascenso con Morón, me trae muchas cosas aparejadas, como el fallecimiento de mi hijo. Pero las dos finales son buenísimas, contra Almagro también”, confiesa Vico. 

A excepción del hincha, muchos no deben saber la historia completa. El Bigotón era un centrodelantero que formaba parte del equipo de Brown que disputaba la Primera D a fines de los 70.

Como toda relación fuerte, las puertas están abiertas de par en par. Los caminos están destinados a cruzarse. A pesar de las pálidas, los buenos recuerdos nunca se olvidan. “Todos pensaban que me iba de Brown para ir a Temperley. No va a suceder jamás, con ellos compito, no voy a dirigirlo”, aclara ante los rumores que flotaron en el aire.

“Quiero pedirles disculpas por esta campaña que no es la mejor. Dimos el espacio, el tiempo y la cantidad de partidos, para que otro DT pueda sacar al equipo de esta situación”, expresa con una mueca de impotencia y desazón. El hombre de los ascensos y victorias épicas, no pudo repetir el acto malabarista de armas planteles competitivos. El "Tatita" Juan Ignacio, hijo del reconocido campeón del 86 José Luis Brown, agarra un fierro caliente. 

Vico reconoce su pasión por Huracán , pero el celeste, rojo y negro ganó fuerza. Las razones se expusieron con firmeza en párrafos anteriores. El resto en sentimiento puro.

“De Brown tengo los mejores recuerdos, solo tengo cosas bonitas. Gracias a tanto cariño que me dio el socio e hincha de Brown. Me encantaba ganar un partido para ver feliz a la gente”, dice Vico. El 0-4 con Colón guarda un pequeñísimo lugar dentro de la historia, no mancha el pasado ni el porvenir. Continuará.


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