“El caso argentino es ejemplar porque los delitos ya estaban previstos en el Código Penal. No hubo invención de tipificación de ilícitos ad hoc ni tribunales especiales”, expresó Rosatti.
“La historia cambia en 1983, cuando por primera vez se quiebra un círculo vicioso de alternancia entre gobiernos constitucionales y de facto sin rendición de cuentas”, destacó.
A su vez, el presidente del máximo tribunal anunció que la sala donde se desarrolló el juicio a las Juntas será integrada al futuro Museo de la Corte Suprema, que se inaugurará en el primer semestre de 2026, para que las nuevas generaciones “recuerden no solo el proceso sino también el ámbito en que se desarrolló”.
“Por haber sostenido los pilares de la democracia y enseñarnos que los jueces independientes pueden combatir al mal por caminos civilizados, queremos decirles: gracias eternas”, finalizó.
