Pappo, siempre Pappo

 


Por Diego Villarino

A 20 años, la imagen de Pappo sigue viva. El destino hizo que en un fatal accidente perdiera la vida.  Carpo para los aficionados, emprendió una carrera de ensueño.

Pappo se dio todos los lujos. Cumplió el deseo de compartir escenario con el rey del blues B.B. King, compuso para el Flaco Spinetta y reversionó en español temas en ingles. Incluso compartió trabajo con amigos del rock como Ricardo Mollo, Pity Álvarez y Chizzo Napoli.

Pappo, aquella personalidad que parecía cerrada musicalmente, pero que grababa con Sandro y Vicentico.

Pappo no esquivaba la polémica y si no lo gustaba algo, lo decía. Por más que el receptor sea una celebridad.

Mujeriego y apasionado por las rubias, le dedicó una canción a Susana Giménez. Pappo, carismático y extrovertido podía con todo.

Se sienta en la mesa de los grandes y no tiene nada que envidiar. B.B. King, Muddy Waters y Jimi Hendrix, lo miran como un par. No cualquiera toca en Madison Quare Garden, no cualquiera se gana el corazón del mundo.

Carpo, en alusión al dominio que poseía al mover el carpo de su mano para ejecutar la guitarra. Pero, también, el apodo encarna afecto y reconocimiento.



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