Miguelito

 

Por Diego Villarino

Armonioso, honesto y docente. Entrena San Lorenzo como si fuera su primer equipo, sin distinguir si enfrenta a Huracán, Sarmiento o Independiente. Miguelito, como lo llaman algunos, ganó el reconocimiento del fútbol argentino. 

Su diminutivo acentúa el afecto que despliega, su educación paternal con sus dirigidos y el respeto que ganó en el mundo futbolero.

Miguelito hace milagros. Con un  equipo austero se mantiene en la primera línea de flotación. Su San Lorenzo muerde en cada rincón de la cancha, no hay estrellas ni juego vistoso.

Su flexibilidad es envidiable. Se acomoda según el plantel: no tiene complejos del que dirán. Si el contexto lo ayuda, trabaja un planteo más ofensivo. Sino se ajusta a las condiciones y prefiere equilibrio.

De enorme trayectoria, inició su camino futbolístico en Estudiantes. Era conocido por su juego áspero y su capacidad de cobertura. La década del 80 presenció un mediocampo destacado: A Miguelito, lo acompañaron Alejandro Sabella, José Daniel Ponce y Marcelo Trobbiani. Así fue como salió campeón en el Campeonato Metropolitano 1982, con la conducción técnica de Carlos Salvador Bilardo, y el Nacional 1983, con la tutela de Eduardo Luján Manera.

Pero claro, la influencia del Doctor fue mayúscula. se debe lamentar por la lesiones que lo marginaron de México 86. 

La transición a DT no demoró. Con el buzo Granate, Miguelito devolvió a Lanús a Primera en 1990, no le bastó con hacerlo una vez, repitió en 1992. Cuando dirigió a su amado Estudiantes, también lo depositó en la máxima categoría en el año 1995.

Dirigió la última consagración continental de Boca, en aquella Libertadores 2007 disfrutó un nivel alto de Juan Román Riquelme. 

No esquivó la desgracia de ser víctima de los resultados, pero a la larga poco importa. Se quedó en las puertas de coronarse con San Lorenzo en 2008, el triangular que conquistó Boca fue una espina en su carrera. Quizás porque el Ciclón en un momento le sacaba 8 puntos de ventaja.

Idas y vueltas en Central acompañaron su carrera técnica. En su cuarto regreso, él, un cuerpo técnico y un grupo de jugadores lograron el ascenso a primera división. Miguelito sabe conquistar como ninguno otro.

14 años después de salir campeón en Boca, volvió y campeonó en el club de Román vicepresidente. La definición de la Superliga 2019/2020 tuvo otros elementos: el enfrentamiento crucial con el Gimnasia de Maradona y el arrebato a River, cuando el Millonario tenía el torneo servido.

Sabe cómo salir campeón, pero sus pergaminos trascienden los números fríos. Miguelito esquiva las bajas temperaturas: obtuvo reconocimientos con frecuencia. Aquellos vinculados a los valores, a la calidad humana que no sabe de modas ni pasajes efímeros..

 Miguelito saca pecho después de los problemas de salud. Su espalda es más grande que un cáncer de próstata. Para los desconocidos es Russo, los admiradores prefieren llamarlo Miguelito.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente