Un viaje al confín de Chubut

 



Por Diego Villarino

La escritura es un don de Eduardo Sacheri. En el imaginario urbano desfilan Papeles en el viento, La pregunta de sus ojos y tantas obras más. Sin embargo, esa sed de escribir no termina. Las pasiones no claudican y el escritor lo tiene en claro. El tiempo que implicó el confinamiento lo ayudó a armar su última obra: El funcionamiento general del mundo. Acá no vamos revelar el final, pero sí señalar los principales lineamientos de la novela. El año previo a la pandemia emprendió un viaje real a la Patagonia y tomó nota de cada detalle: los paisajes, los interrogantes y los conflictos. Un buen novelista se sirve de cada olor.

En junio vio la luz el libro que relata la aventura de Federico Benítez y sus dos hijos, que montados en un auto viajan al sur de Argentina, en el límite entre Chubut y Santa Cruz. La odisea no es sencilla, recorren 2500 km para llegar a la Patagonia. Se trata de un viaje improvisado. Federico no es una persona sencilla, tuvo un divorcio conflictivo y porta una personalidad especial. Durante la aventura sureña está obligado a  hablar con sus hijos a pesar de que no tiene vocación de charla.

El escritor recurre a dos tiempos. El pasado se entremezcla con el presente cuando Federico le cuenta  a sus hijos, la historia del primer torneo de fútbol del Colegio Nacional Normal Superior Arturo Del Manso. En ese momento el protagonista era un adolescente de 15 años que estaba en tercer año de la secundaria y experimentaba libertades negadas en el proceso militar.  41 años más tarde el protagonista recibe una noticia inesperada y cambia sus planes.

"Tenía ganas de hablar de 1983 pero no tanto del costado luminoso  Es el retorno de la democracia pero también el último año de la dictadura y una sociedad que, muy de a  poco, va dejando de ser como era y aprende a ser otra manera", explicó Sacheri en la Feria del Libro de Almirante Brown.

La pasión futbolera vuelve a aparecer en El Funcionamiento General del Mundo,  no con el mismo tenor que Papeles en el Viento, donde el club de sus amores y el fichaje fallido de un jugador, constituían el eje principal. En este caso, el deporte popular solo forma parte de una faceta secundaria, "Tengo 53 y no sé hasta cuando voy a volver a jugar. Hace años que narro el fútbol desde la perspectiva de jugador, en una de esas es la última vez que me pongo a  escribir sobre eso", admitió.

"Cuando te pones a escribir un libro, no se te ocurre todo el libro entero de una vez, uno va metiendo ladrillos y construyendo una pared. Hay momentos que uno tiene la pared con agujeros, pero todo libro arranca de alguna imagen, necesidad o deseo", remarcó Eduardo Sacheri.  Aunque el título engañe, no es un libro de autoayuda. 600 paginas reflejan la odisea de un adulto de 50 que recuerda por trazos su adolescencia. Es tarea del lector conocer las razones de semejante viaje y descubrir los pormenores de la historia. Para eso deben sumergirse en el viaje de la lectura.


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