La Llama Eterna


2 de Abril 1982/2020

Conflicto Bélico Atlántico Sur.

La Llama Eterna

Por Marcelo Paolini

La Guerra de Malvinas llega nuevamente a la memoria de todos los Argentinos, al conmemorar en esta oportunidad el 38 aniversario de su recuperación temporal, junto a la Islas Georgias del Sur y Sándwich de Sur.

Siempre aparecen en ésta fecha relatos de los protagonistas de aquella Guerra, narrados en primera persona, cada uno de ellos es una enseñanza de muchas vivencias que van desde los actos de arrojo y valor más heroicos, hasta aquellos actos que la miserabilidad de la Guerra y su horror pueden mostrar.

Se ven gestos de hermandad y compasión que pasados tantos años se atesoran.

Miles de jóvenes argentinos como soldados conscriptos bajo bandera, con apenas 18 años fuimos actores en esa Guerra.

En todos los rincones de la Patria había un soldado empuñando un fusil presto a defenderla.

Muchos fuimos los que llegamos hasta Malvinas y desde allí soportamos los bombardeos y ataques del poderoso Ejército Colonialista Inglés.

No elegimos donde estar y con quien estar, no elegimos que hacer o que no hacer, tampoco elegimos como estar.

Fué la orden de un superior quien así lo dispuso y entonces, otros miles de soldados se quedaron en toda la parte Continental, en resguardo de la Soberanía Territorial.

Malvinas fue el frente de esa Guerra y la parte Continental su retaguardia.

Un Veterano de Guerra siempre recuerda a sus compañeros caídos en combate y los recuerda con admiración, también a los heridos y a sus hermanos de trinchera. Es imposible olvidar. Todo siempre esta en la memoria. Siempre.

Jamás te deja de perseguir el monstruo de la Guerra.

Por eso nos aferramos a la vida Democrática y a la paz con fervor.

La posguerra también fue una trampa mortal para muchos Excombatientes de la que no pudieron salir y pagaron con su vida. Frente al peor de los olvidos.

Pero este 2 de Abril quiero hablar también de los que se quedaron en la parte Continental, compatriotas y hermanos de la misma sangre, Excombatientes que fueron parte de la guerra y aún permanecen tras un manto de neblinas. El de la negación.

Despojados de su Historia, de su nombre Honorífico y de su Veteranía, sin ningún tipo de reconocimiento y beneficio.

Ellos aún esperan...

Esperan que los que deben hacer algo por ellos sean dignos de hacerlo.

Esperan que Legisladores y Funcionarios sean dignos con ellos y nosotros.

Esperan que la mano tendida al compañero en Malvinas, cuando eran su apoyo logístico, cuando los recibian heridos desde Malvinas, cuando además cuidaban a sus familia, a sus amigos y a los vecinos del barrio , les sea tendida ahora a ellos también.

Esperan ese gesto de grandeza y compasión que solo los hermanos de la vida y de la guerra sienten cuando Malvinas te llego hasta el hueso .

Esperan el abrazo fraterno, por parte de quienes ya tenemos la Veteranía.

Esperan por ese desfile junto a su hermanos luciendo su medalla y llevando la frente alta ante un pueblo que los saluda y muchos llevarán la foto del aquel hermano que ya no nos acompaña físicamente y hará fuerza para no derramar lágrimas de emoción.

Ese será al menos para mi un 2 de Abril distinto a todos. Y quizas asi como en esta fecha se conmemora a los caídos por la Patria y el dia del Veterano de Guerra de Malvinas, cada 14 de Junio sea declarado el día del Veterano de Guerra Continental por Malvinas.

No imagino flamear en nuestras Islas Malvinas la Bandera que el Gral. Don Manuel Belgrano nos lego, sin que antes, aqui se los reconozca.

Hermanos que cada dos de Abril y 14 de junio que pasan sin su merecido reconocimiento, además del orgullo por haber cumplido con la Patria también sienten hacia ellos la ingratitud y el olvido, por parte de un Estado que en forma sistemática los desconoce.

Muchos se han resignado, más no están derrotados, tienen esperanza, por momentos cierran sus puños de impotencia y luego abren sus manos buscando quienes las estrechen, mantienen en sus corazones la misma llama que se encendió en todos nosotros, allá... A lo lejos en el tiempo... Un dos de abril de 1982... Que ni la misma muerte podrá apagar.

Marcelo Claudio Paolini VGM



                

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