Pez volvió a su antiguo sonido y Auditorio Sur fue testigo de eso. El grupo telonero era un power trío brasileño llamado Macaco Bong: Otras Bestias del progresivo. En este caso, las canciones eran todas instrumentales pero de un nivel grandioso. Presentaron su única creación discográfica hasta ese momento (Artista Igual Pedreiro). Antes tocó un conjunto de rock pesado: La Venganza de Bavill.
Sin embargo el momento más esperado fue el turno de Pez. Sonaron en Temperley: Maldición, La estética del resentimiento, Cassette, Roma, Lo que se ve no es lo real y otros clásicos. En ese momento, el grupo de Ariel Minimal, no había publicado Volviendo a las Cavernas. De hecho realizaron un adelanto con Lo interesante es por afuera. Mediante ese disco retornaron a las raíces de sus primeras producciones. Es decir, el sonido crudo y rabioso que ofrecieron en el pasado en temas como Introducción, declaración, adivinanza y Fuerza. Es un regreso a Cabeza y Quemado, trabajos de muy buena factura.
La vuelta de tuerca se iba a potenciar con Nuera Era, Viejas Mañas (2013). Atrás quedaron los tiempos del Porvenir y el homónimo (Ambos del 2010)). Quizás los discos mas polémicos y poperos. La banda es ciento por ciento recomendable. Ya acumularon 13 álbumes de estudio, en los que demostraron una gran capacidad para reinventarse. El publico tuvo la suerte de presenciar un verdadero orgasmo musical.